¡Hola gente! Bienvenidos una vez más a este su blog, mi blog, NUESTRO blog.
Hoy vengo a platicarles un poco acerca de este mastodonte del plano secuencia que nos trajo el director de Belleza Americana, Sam Mendes.

La historia es bastante sencilla: un soldado estadounidense junto a un compañero deben entregar un mensaje importante a otra tropa que realizará un ataque para impedir que lo haga, puesto que estarían cayendo en una trampa por parte del ejército alemán. Como ven, es bastante simple, los personajes van de un punto a otro y lo que nosotros vemos es esa trayectoria que realizan con obstáculos, momentos duros y crudos, y el día a día de lo que significaba ser un soldado de la Primera Guerra Mundial.
El punto aquí, como seguramente habrá leído en otros lados, es la forma en cómo está contada esta historia que es a través de maravillosos planos secuencia, fotografía a cargo de Roger Deakins e iluminación. Digamos que una historia tan sencilla como la de esta película termina encontrando el equilibrio perfecto con estas tres cosas que les he mencionado y el resultado es algo maravilloso.

A nivel actoral está bastante bien, no hay actuaciones brutales o que destaquen, ni en los cameos, pero de nuevo, todo el peso de la historia se debe a los planos secuencia (shot por cada que lean plano secuencia en esta reseña). Algunas personas encuentran esta película innecesariamente larga, con un tema trillado y que el único mérito es la manera en cómo fue filmada.
Yo no lo creo así.

Es todo un reto técnico lograr los planos secuencia que tiene esta película; en su momento Damien Chazelle fue aclamado por La La Land precisamente por ello y más por ser una película musical. Así que aquí no me sorprendería que Mendes se llevara la estatuilla por Mejor Director en los Oscar, no sólo por el resultado que dio con 1917, sino también por su trayectoria, ya que si comparamos el trabajo que hizo en Belleza Americana, esa la realizó en su mayor parte con masters con protección y no planos secuencia. Es el hambre y la visión de lo que después realiza con la película de James Bond que dirigió “Skyfall”, que se aventura un poco más con los planos secuencia, y se animó a tal grado que nos trajo este titán en planos secuencia, banda sonora precisa y el retrato de lo que siempre será un horror, no importa el contexto en que se lea o escucha la palabra “guerra”.
Una de mis secuencias favoritas es cuando el personaje principal está en una zona de ruinas, huyendo de los alemanes, justo está todavía muy oscuro y la solución que le dieron a la escena es a través de luces de bengala, haciendo un juego de luz y sombra en toda esa secuencia una maravilla cinematográfica.

Otra cosa que logra perfectamente la película, es que la audiencia alcance ese nivel de empatía o tensión –según sea la escena en desarrollo- ya que por un lado tenemos dos soldados que tienen una importante misión que salvará vidas de cumplirla y los riegos que eso implica. Además de tener un poco más de visión acerca de cómo vivían los soldados, de que siempre tenían que ir de un punto A a un B, el vivir en las trincheras con el frío y a la expectativa de un posible ataque. En el desarrollo de ciertas partes sabes que algo en la escena no está bien, que algo va a pasar pero no sabes cuándo o cómo. Temas como la amistad y la pérdida en tiempos de la guerra se tratan como lo que era: cosas efímeras y frágiles que se pueden perder en cualquier segundo, sea por descuido, sea por sorpresa.
No me molestaría que se llevara la estatuilla por Mejor Película (ya que aceptémoslo, a los jueces de los Oscar les encantan las películas con temas bélicos para que se lleven ese premio) pero tampoco creo que está por encima de películas como Historia de un Matrimonio o Parásitos. Sin embargo, habrá que esperar a la ceremonia y ver que sorpresas (o no).

Un último punto que quiero agregar sobre esta película es la comparación que están haciendo con Dunkirk. Y a mi juicio no son iguales. Pudiera parecer que sí, pero no y les voy a explicar por qué: Dunkirk es una película experimental de Nolan que juega con tres espacios diferentes (cielo, mar y tierra) y tiempos distintos también y no hay desarrollo de personajes. En cambio, en 1917 sólo tenemos un espacio en el que se desarrolla la historia que es por tierra y aquí sí veo un desarrollo de personajes, quizá mínimo, pero sí es notable esa diferencia que lo que pasa en Dunkirk.
1917 es una película bélica con momentos tensos y tristes que rodean a la guerra, y que logra de manera espectacular que una trama tan simple se vuelva una belleza cinematográfica.
Así que mi puntuación para esta película es de 4.5 estrellas de 5.
Gente ¿ya la vieron? ¿Les gustó? ¿Creen que gane como mejor película?
Yo me voy, no sin antes recordarles que no sean esa persona que en la sala de cine habla en voz alta sobre sus teorías acerca de la película que están viendo. Cállense y déjense llevar por la historia que también cortan la catarsis de las otras personas en la sala, maldita sea.
Nos vemos en la siguiente.
Chaaaaooo.