¡Buenas, gente!
Bienvenidos una vez a este su blog, mi blog, NUESTRO BLOG.
Hoy vengo a contarles sobre una película que me maravilló en este 2019.
Hablaremos de “Historia de un Matrimonio”.

Existen películas que nos entretienen, y por ello nos gustan; hay películas que nos hacen llorar y nos parecen conmovedoras, luego están esas películas con las que conectas de una manera tal que no puedes dejar de pensar en ellas, porque tocó alguna fibra sensible en tu persona o simplemente sentiste más empatía de la usual por los personajes desarrollados en tal película.
Bueno, mi caso es la última con esta maravillosa historia traída por Noah Baumbach.
Noah Baumbach nos cuenta la historia de Charlie y Nicole, pareja que está en proceso de divorciarse. Desde el inicio de la película se nos plantea que la separación va a ser muy tranquila y pacífica, pero oh no. Esto se transforma lentamente con el paso de los minutos, y de algo que creíamos que no iba a ser problema, se vuelve caótico y doloroso. No es el tipo de drama exacerbado al que estamos acostumbrados; no tenemos a la típica pareja problemática que la pasa peleando todo el tiempo y que acaba en violencia física y donde el pequeño hijo es testigo de ello, no hay traumas llevados al extremo como el alcoholismo, drogas y relaciones destructivas. Baumbach se detiene justo en ese límite donde uno debe plantearse si la relación está dispuesta a transformarse y mejorar o si por las buenas, cada quien toma un camino separado en aras de crecer y ser feliz, en vez de seguir juntos y comenzar a hacerse daño el uno al otro y de paso a su hijo.

Hablamos del drama de una pareja privilegiada de los Estados Unidos, ya que el planteamiento que se nos hace es que un divorcio jamás será fácil, siempre habrá daño por mucho que uno lo quiera controlar y que en efecto, saca lo peor de una persona, independiente a la situación socio-económica.
Charlie (Adam Driver) es director y dueño de una pequeña compañía de teatro en Nueva York, y Nicole (Scarlett Johansson) es una maravillosa y elogiada actriz que siempre había participado en las obras de teatro de su esposo. Todo esto se viene abajo desde que a Nicole le llega una oferta de Hollywood para realizar una serie, cuestión que es la gota que derrama el vaso y hace que toda la trama comience. Ambos en un principio pactan que será una separación limpia y pacífica, la palabra divorcio como tal no se toca, pues no quieren que haya abogados de por medio, situación que al final se hace realidad.

Nos muestra las dificultades y complicaciones que conlleva un divorcio, como por ejemplo, si se debe llevar ante un juez en Nueva York o un juez en Los Ángeles, sobre que el cónyuge debe pagar los honorarios del abogado del otro, todas las frustraciones que eso genera y que pese a que la pareja no busca lastimarse el uno al otro con el proceso de divorcio ante el juez, esto es inevitable. Las escenas en el tribunal son incómodas de ver y sin duda te dejan a la expectativa de la reacción de la pareja. Sin música, y con ángulos de cámara algo cerrados, resulta asfixiante, pero no puedes despegar la mirada de la pantalla.
Noah Baumbach pareciera que realiza un trabajo personal y nos quisiera contar cómo fueron las cosas en su proceso de divorcio con la actriz Jennifer Jason Leigh, una cuestión de la que no fui muy fan es que todo en la balanza se inclina en favor de que comprendamos más a Charlie que a Nicole.
El director realiza dos tipos de declaración tanto al inicio como al final de esta película, la primera es el monólogo de Natalie donde uno puede verse reflejado: ella se casó con Charlie y buscó adaptarse a la vida de él, y poco a poco fue perdiendo su propia identidad, ya que al no hacer un tipo de negociación en el cual ambos quedaran en igualdad de condiciones y ser tan permisivo en un matrimonio, puede llegar un momento donde tu pareja no te vea como otro ser humano que es capaz de realizar grandes cosas, sino como un complemento en su vida al que le da puras promesas pero nada de realidades y que en efecto, no puedes odiar porque en realidad, no es una mala persona, solo es sumamente egoísta. Así que el tema de la comunicación es sumamente tocado a lo largo de la película, básicamente nos está diciendo: “hey, deja de asumir o creer X cosa de tu pareja, HÁBLALO.”

La segunda declaración es en la parte final de la película, ya que efectivamente el divorcio será un proceso tormentoso, en donde quizá ambas personas tendrán que aprender a ceder aquello que durante el matrimonio nunca aprendieron a hacer, sacarán sus peores trapos al sol y también, llegará algún punto donde se gritarán todo aquello que siempre quisieron decirse acompañado de frases descabelladas que solo se dicen por el calor de la discusión. Sin embargo, si final uno tiene la inteligencia emocional suficiente, se dará cuenta que en ocasiones, no se deja de querer a la otra persona, pero por otro lado, sabes que si continuas con tu pareja, no habrá crecimiento, no habrá aprendizaje y lo único que habrá en el camino son piedras y obstáculos con los que te vas a topar y donde sacarás tus frustraciones en el momento y con la persona equivocadas.
Las actuaciones de Johansson y Driver están increíbles, pero mi favorita fue Laura Dern como la despiadada y fría abogada de Nicole porque hace la declaración más acertada sobre cómo medidos la paternidad y la maternidad con varas desiguales y se las dejo aquí para que reflexionen conmigo acerca de ello:

“Podemos aceptar un padre imperfecto. Seamos realistas, la idea de un buen padre se inventó hace como 30 años. Antes de eso se esperaba que los padres fueran silenciosos, ausentes, poco confiables y egoistas. Y todos podemos decir que sean diferentes pero en algún nivel básico, los aceptamos. Los amamos por sus falibilidades, pero la gente no acepta absolutamente esas fallas en las madres. No lo aceptamos estructuralmente y no lo aceptamos espiritualmente. Porque la base de nuestra blah blah judeocristiana es María, madre de Jesús y ella es perfecta. Ella es una virgen que da a luz. Inquebrantablemente apoya a su hijo y sostiene su cadáver cuando él se ha ido. Y el papá no está ahí. Ni siquiera llegó a coger. Dios está en el cielo, Dios es el padre y nunca apareció. Así que tú debes de ser perfecta y Charlie puede ser una mierda y no importa. A la mujer siempre le ponen la vara más arriba, y es una mierda pero así es.”
Si no la han visto ¿qué esperan?
Mi veredicto es 4.5 de 5 estrellas.
Gente, yo me voy no sin antes recordarles que… Vayan al cine en estas fechas, casi no hay gente y pueden, incluso, disfrutar de la sala para ustedes solitos. Si van acompañados, solo compórtense, por favor.
Nos vemos en la siguiente.
Chaaaaaooo.