¡Hola gente!
Bienvenidos una vez más este su blog, mi blog, NUESTRO blog.
Convengamos que una de las novelas más emblemáticas de Stephen King es: Eso y al ser tan extensa y larga también convegamos que es difícil adaptarla a la pantalla grande. Lo que sí es que esta historia marcó generaciones de niños cuando salió al aire la mini serie en la década de los 90. No existía un solo niño que no tuviera miedo de quedarse parado en una coladera y que Penywise apareciera para llevárselo.
Pues bien, en 2017 regresó a nuestras vidas el payaso asesino de niños bajo la dirección de Andrés Muschietti sorprendiendo al público por su frescura y enfoque distinto utilizado en la mini serie de los años noventa. El carisma del grupo de “Los Perdedores” se ganó nuestros corazones y un nombre resonaba más en nuestra cabeza: Bill Skarsgård tomando bajo su manto el papel central de esta historia.
Ahora, dos años después y luego de un trailer y un adelanto de escena (Beverly volviendo a su antigua casa en Derry) llegó a nosotros el capítulo dos, el capítulo final de este universo.

La pregunta es: ¿nos mantiene a flote o de plano nos hunde en aburrimiento?
Empecemos por la trama de la historia, el grupo de los Perdedores después de 27 años tiene que regresar a su pueblo natal en Derry para derrotar una vez por todas a Eso y liberar a sus habitantes (sobretodo los niños) de los juegos de este ser tan extraño llamado Pennywise.
Una de las cosas que en mi caso particular tenía en duda era cómo iba a ser la química entre los personajes adultos de la historia, ¿tendrían la misma autenticidad que la de sus versiones en niños? Quizá no es el mismo carisma, pero la química está, la amistad entre los seis es genuina y creíble en la pantalla por lo que es muy disfrutable su reencuentro, los momentos cómicos y dramáticos que se desarrollan a lo largo de la película.
Mención honorífica a los actores James Ransone y Bill Hader que interpretan a Eddie Kaspbrak y Richie Tozier respectivamente, ya que pese a que todos los actores están muy bien en su papel, estos dos actores de aquí se robaron absolutamente el corazón de la audiencia por la manera tan genial en que interpretaron a sus personajes. Lo que sí debo mencionar también en el caso de ambos es que, sus personajes están bien formados y tienen un muy buen tono en la película pero al mismo tiempo, en sus momentos de horror cuando rematan con comedia sí resultó un poco chocante.
El diseño de producción es sumamente pulcro y aunque pudiera parecer que algunas escenas son innecesarias, a mi juicio son necesarias por el simple hecho de que en la primera parte de la historia vimos el bosquejo del pueblo de Derry y Muschietti nos lleva de la mano a conocerlo un poco más y mejor por lo que los acabados son muy buenos, te permiten ahondar mucho más en la historia si tú lo permites y te dejas llevar.

Las escenas de suspenso y tensión están muy bien hechas y lo cierto es que no te esperas uno que otro jumpscare y puedes llegar a saltar de la butaca, como a mí me pasó. Lo cual pierde cierto efecto con el CGI que utilizaron para los mounstros que generan miedo a nuestros protagonistas, se ve falso. En la primera película se podía entender la calidad de los efectos especiales y se justificaba de cierta manera debido a que tal vez es así como los niños imaginaban materializarse sus miedos, pero en esta segunda parte genera una clase de choque y no termina de encajar esos miedos con las versiones adultas de los Perdedores.
La película es bastante larga, pero se toma su tiempo para darte un contexto sobre lo que estuvieron haciendo todos los personajes, cuestión que se agradece más ya que han pasado dos años de la realización del Capítulo Uno, así que permite que la memoria se nos refresque.
Una de las cosas que la novela tiene y no me agrada en absoluto son estos saltos en la línea temporal, es decir, hay un flashback y se regresa a la realidad y así nos tienen durante un buen rato lo cual es tedioso para el lector. Sin embargo en esta película y es de aplaudirse con todas las ganas del mundo al director fue la manera tan dinámica que encontró de conectar pasado con presente sin que sea pesado o incluso confuso para la audiencia, me atrevo a decir que es elegante esa transición colocándola por encima de muchas otras películas que comparten este tipo de elementos.
Hay una cuestión que no me pareció del todo buena y fue el equilibrio entre las escenas de horror y de comedia, hay escenas en las que se supone tiene que generar temor al espectador pero de la nada sacan algún chiste que sí hace reír pero quedas confuso ¿debes reírte o debes horrorizarte? Así que eso creo que no lo midieron muy bien y por ello provoca ciertos sentimientos mezclados.

Lo que decepcionó muchísimo y tenían todo para poder explotarlo hasta su máximo punto fue al personaje de Henry Bowers, recordemos que este personaje en el Capítulo Uno era un adolescente perturbado y “manipulado” por el payaso para que abusara y amedrentara a Los Perdedores. De hecho, en la novela a él se le adjudican los asesinatos y desapariciones de los niños y lo mandan al psiquiátrico. Por lo que en esta nueva entrega considero que pudieron aprovechar toda esa locura y violencia, esa ira acumuladas en Bowers y hacer de él un gran instrumento para Pennywise y que estuviera interviniendo para detener a los protagonistas de la película.
Y no sucedió así.
Parecía hasta casi una comedia el personaje de Bowers que no se puede tomar en serio en ningún momento, y que si quitamos sus escenas en la película no pasa nada. Es un personaje que sin pena ni gloria queda en el olvido totalmente.
Así que pese a que tiene fallos y propiamente no es una película de terror, It: Chapter Two cuenta con momentos para reír a carcajadas hasta momentos en los que el horror nos puede llegar a incomodar enormemente. Por lo que es una película sumamente entretenida y palomera que vale la pena disfrutar en el cine, acompañado de unas buenas palomitas que te van a ayudar con la tensión. Así que sí, It: Chapter Two nos mantiene flotando, quizá no tan alto como su antecesora, pero lo hace a su modo.

Y eso es todo por el día de hoy, gente. ¿Les gustó? ¿Ya la vieron?
Yo me voy, no sin antes recordarles que por favor mastiquen las palomitas como personas que saben comer alimentos y no como primates que en una sala de cine resulta medio incómodo estar escuchando esas cosas.
Nos vemos en la próxima, chaaaaaoooo.

